EL «CHINO» RECOBA HABLÓ EN CONFERENCIA DE PRENSA
Álvaro Recoba realizó una extensa reflexión en conferencia de prensa en la que analizó el presente deportivo de los albos y su magra imagen ante Fénix; habló de los jugadores y su responsabilidad; los rumores sobre conflictos internos; y dejó en claro que no es entrenador interino del club, ya que tiene contrato hasta finales del 2024.
“Hoy me siento bien; hoy, después de haber pasado amargado tras el partido con Fénix [empate 1-1 en Capurro]. El resultado fue justo por lo que fue el trámite, donde no merecíamos ganar, pero el futbol es así. Estuvimos a punto de hacerlo, pero por una fatalidad como la mano de Rodri [Chagas] nos llevamos solo un punto, que sabe a derrota por lo que necesitamos”, mencionó.
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“En el entretiempo de ese duelo le dije a los jugadores lo que pensaba, lo que estábamos viviendo en el partido, que teníamos que haber hecho mucho más”, analizó, y fue a más: “Como no escondo las cosas y no quiero quedar bien con nadie, digo lo que pienso. Esa es la verdad”.
“Desde que asumí tuvimos buenos momentos en algunos partidos, fatalidades en otros, otros donde no jugamos mal, pero en el último no vi absolutamente nada del equipo. No pongo excusas, fuimos muy malos futbolísticamente, la idea, la intensidad”, prosiguió.
“Yo no me siento un entrenador interino, soy un entrenador que podría haber asumido más tarde, pero se aceleraron los tiempos porque a Álvaro [Gutiérrez] las cosas no le salieron bien y me tocó tomar las riendas”, aseveró, y fue a más: “Mis objetivos siempre fueron tratar de mejorar al equipo con los 36 jugadores que tengo, que son una cantidad muy grande, intentar sacar lo mejor de ellos y después pasar raya para empezar de cero. Lo pienso y lo digo, como cuando digo ‘si no me salen las cosas, me voy’, que es lo que siento. Podría haber dicho en el primer día, esto no es mío, no son mis jugadores, como no son los jugadores del Guti, pero eso ya lo saben”.
A medida que el Chino ahondaba en la charla, más ricos eran los conceptos que fue dejando, para sorpresa de los presentes. “Estoy tratando de hacer lo mejor, pero en el medio pasan cosas. Nadie va a ganar ni a perder todos los partidos, un entrenador no pone a los peores o a los menos preparados, estoy con ellos cada día, estuve un año y medio con el plantel de Tercera División y los resultados se vieron. No pido este tiempo ahora, porque ningún entrenador que no gana puede quedarse tanto, pero tampoco pensar que soy interino”, mencionó.
“Mi objetivo es terminar de la mejor manera y encarar el año que viene, teniendo la posibilidad de equivocarme con las decisiones que yo asuma. Estoy tratando de sacar lo mejor de estos jugadores, que no son los que elegí, pero que están dando lo mejor de ellos y a veces no nos da”, dijo con suma claridad.
“Me sorprende el loquero que se armó”, contó después, y siguió su alocución: “Tengo un cuerpo técnico que trabaja como ‘fierro’; un asistente como el Abeja [Nelson Abeijón], que es un hermano y motivador como nadie; un profe que es un fenómeno; y yo soy un entrenador que va a haciendo su camino. Podía pasar que las cosas no salieran cuando asumí, pero es lo que hay, valor. Hemos tratado de mejorar”.
“Arrancó el año con un cuerpo técnico, que trabaja de una manera táctica y físicamente, luego vino otro y ahora un tercero. No se puede esperar que seamos un ballet en 20 días”, comentó.
“Si ustedes [a los periodistas], por temas que no sé cuáles son, quieren decir que yo estoy peleado con los jugadores, no entiendo los motivos, muchachos. Llamen a los futbolistas y pregúntenle si alguna vez me peleé con alguno”, aseveró para salir al paso de algunos rumores mediáticos de los últimos días.
“Sí les digo las cosas en la cara, como pasó en el partido, como pasó en el vestuario días después, donde fuimos con el cuerpo técnico a hablar y a decirles que lo que les dijimos en la cancha, durante el entretiempo donde hablamos fuerte, lo hicimos porque lo pensamos, pero quedó ahí. No tenemos resentimiento con nadie, ni nos creemos los dueños de la verdad ni queda algo con alguno. Es tan simple como eso”, agregó.
Recoba tampoco eludió desmentir un supuesto problema entre Diego Polenta y alguno de sus compañeros, que según se mencionó llegó a los golpes de puños: “Se dijo que un jugador nuestro, en este caso Diego, agredió a otro compañero. ¿Cómo van a inventar algo así, muchachos? ¿Cómo lo pueden hacer? No es por matar al periodista ni nada, pero yo les digo la verdad”.
Y contextualizó: “Los únicos que hablamos en el entretiempo fuimos Abeijón y yo. Cuando terminó el partido solo hablé yo, porque que el equipo anímicamente estaba entregado. Nos demoramos en salir porque tenía ganas de decirles todo lo que pienso, que habíamos sido un desastre, que habíamos jugado muy mal. De ahí a que se diga que hubo agresiones, que estoy peleado con los jugadores y eso, no va. El día que eso pase, me voy”.
“Que haya futbolistas enojados porque no juegan, seguramente que lo están, pero de ahí a pelearme con un plantel que, además, dependo de ellos, es imposible”, expresó, y amplió: “Sé dónde estoy, dónde asumí, y quiero lo mejor para Nacional. Busquemos no mentir. Que el equipo fue un desastre con Fénix, lo sé, todos vieron el partido, pero eso es otra cosa”.
“En su momento [Ricardo] Zielinski era el entrenador y se cortó por lo más fino, agarró Álvaro [Guitiérrez], no le fue bien, y cortamos con él. Ahora estoy yo, entonces, la culpa es nuestra pero también del plantel y se lo dije a ellos”, confesó.
“La realidad es que tenemos que mejorar y cambiar la imagen del último partido que fue con Fénix. ¿Que voy a seguir haciendo cambios? Cómo no, si vimos lo que pasó con Fénix, que no se intentó. ¿Cuáles? Los que yo crea que están mejor en la semana y se lo dije a los jugadores”, reflexionó, y cerró: “Hoy estamos en un momento donde no tenemos nada que perder, hay que liberarnos y que el que tiene que agarrar la pelota, agarrarla, y el que tiene que defender, marcar. Obvio que estoy enojado porque las cosas no salen”.
FútbolUy
Título Original: «Álvaro Recoba a fondo: la responsabilidad del plantel, su futuro y el vestuario caliente»